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miércoles, 31 de julio de 2013

Te fui infiel


"My precious wife, I am in shambles
I am crumbling, I am
Was it something I did
Bid the tide to climb so high that it ripped our shore up
I can fix it, I swear
If you trust me
I am old and I am rusting but I care
I care"



   Así dice la primera parte de la canción "last blues for bloody knuckles" de La dispute, una banda de Screamo Estadounidense. Es de madrugada en esta tierra tropical y mis ojos aún no arden, pero me siento mareado, preocupado sobre todo, no quiero gastar esas tres tabletas de chicle sabor sandía que guardo para cuando esté realmente nervioso o en un crisis, eso me salvaría la vida creo. Engañe a mi esposa, me siento culpable, estoy en la ruina, fue algo que hice sin pensarlo. Como detesto el lado reptil del cerebro humano y los impulsos, el hecho de que todo se nuble cuando tienes la oportunidad de caer en el pecado disfrazado de placer al menos por una noche, luego viene la parte fea: la sensación que queda cuando mides las consecuencias, cuando te pones la ropa de nuevo y piensas detenidamente con relajación, se convierten en nervios, un nudo en la garganta que baja hasta el estómago y empiezas a cerrarte de lo que te rodea, no escuchas. Engañe a mi mujer, a la que me prometió la felicidad eterna, a la que cumplía cada palabra que me decía y me hacía sonreír aun cuando mi alma estuviera hecha pedazos. Exterminé con una ametralladora de color gris climático el lazo que teníamos, ese secreto único que nos unía, esa barrera que solo nosotros dos podíamos cruzar tomados de la mano, la he cruzado con otra persona.

   Mientras noto que estoy más calmado que hace unos 20 minutos, algo se me viene a la cabeza: ¿y si no se entera? ella es muy inteligente, mi extraña forma de actuar que pronostico para los próximos días seguramente será el aperitivo para un banquete de gritos y dolor al cual estoy invitado, no tengo mas opción, aunque intente ocultarlo la culpa será mas fuerte porque mi amor por ella es infinito, pero... al parecer no tanto como creía, ya que encontré un límite: otra mujer. Ya, estoy mejor pero la piedra sigue en el fondo del agua, ahora es parte de ella, es parte de mi esta noche y no puedo desmentirla pues las consecuencias no pararían de empeorar. Solo me queda enfrentarlo, debo decirle, debo confesárselo, debo arrepentirme desde el "vamos" aunque sea un poco tarde ya. La amo mas que a mi propia vida, pero aparentemente mi vida ya no vale mucho puesto que este incidente no dejará de perseguirme jamás aún con su perdón. Simplemente ha sido un infortunio que yo mismo me he buscado... te fui infiel.