Change the language

jueves, 5 de diciembre de 2013

El pensamiento de una bestia (texto reflexivo)


   No sé como empezar realmente, le di vueltas a este asunto de escribir algo que no fuera una historia, una leyenda corta, o un mero texto de entretenimiento desde hace un par de días. Mi creatividad se desata como chorros de sangre que salen de una hemorragia externa, a veces mucho, a veces poco. Mi cerebro está en constante evolución, y no es algo que me sorprenda; hay estudios que dicen que el cerebro se sigue desarrollando cuando somos adolescentes. Todos los días pienso en muchas cosas, recuerdos, deseos, mi potencial, mis ganas de vivir o de dejar de hacerlo, todo llega y se va en un ciclo constante e imparable, algo así como los efectos de la Marihuana. Hoy por hoy, finalizando el 2013, tengo 16 años, soy menor de edad, pero tengo ambiciones de adulto primermundista adinerado y resentido con la sociedad por tener un pene pequeño (aunque no sea exactamente mi caso, claro está), ambiciones que me esfuerzo siempre por sacar de mi mente y materializarlas en el mundo real, pero, ¿por qué el mundo que hay dentro de mi cabeza no puede ser real? ¿por qué solo por el hecho de venir de un adolescente, no puede ser la realidad y el día a día de los seres humanos, cuan bestia somos? ¿por qué hago preguntas tan largas si sé que las respuestas son cortas?

   Más o menos hace una semana (hablando en un tiempo presente que pronto quedará en el pasado) adquirí una visión o perspectiva nueva de esta vida. Te haré una pregunta, lector/a, si a mitad de un examen el profesor te pilla copiandote de tu compañero de al lado, y te quita el examen ¿cómo reaccionarías? ¿estarías nervioso/a de que llamen a tus padres para informarles? ¿te preocuparías por esa nota perdida? ok, dije que te haría una pregunta y terminé haciéndote tres, espero que no pienses que soy un acosador o psicomaniático, porque es exactamente lo que soy. Si quieres saber mi respuesta, es que no, no estaría preocupado o nervioso por las consecuencias de mi actos. Claro, eso si ya conozco y sé de sobra que mis acciones tienen consecuencias, entonces estoy informado y prevenido de que lo que hago puede que salga bien o puede que salga mal; es la Ley de Murphy, señores. "Pero Alejandro, esa nota perdida repercutirá en tu historial académico. Vas mal en esa materia, ¡necesitas aprobar!", así me dirán algunos, o bueno, así me dirán casi todos quienes escuchen mi muy pasivo NO, pero tengo argumentos que justifican mi actitud, y obviamente están ligados a mi quizás nueva forma de ver las cosas:

   Nosotros somos seres humanos, ¿o es que tú, que lees esto, eres un ser de otro planeta o una planta? no, tienes dos manos, dos pies, una boca, dos ojos, un corazón, un cerebro, pero no eres como otro animal de la naturaleza, eres el animal más evolucionado de la cadena. Somos bestias, lo queramos o no y aunque seas una mujer hermosa hasta para ti misma, pero eres una bestia; antes de que nacieras hubo gente, es decir, más bestias en este planeta, y después de tu muerte te aseguro que habrán más. Nuestro paso por este mundo es esporádico, no viviremos para siempre, para bien o para mal no hay Elixir de la vida, aunque yo creo que es para bien, porque al no haberlo nos obliga a vivir esta vida al máximo como correctamente debería ser, a vivirla mientras podamos. Con esto no busco dar una respuesta definitiva a la tan incesante pregunta que desde siempre ha existido, ¿cuál es el sentido de la vida? pero para mi, es vivirla. Es disfrutarla o desaprovecharla, es gritarla o callarla, es amarla u odiarla, es reirla o llorarla, es limpiarla o ensuciarla, es armarla o romperla, es lo que nosotros hagamos de ella. Si, ella, pues la vida es una mujer, es una fémina, y como toda fémina debemos tratarla bien, ese es el deber ser que viene como configuración por defecto en el menú de opciones de este video juego. Es vivirla, apreciarla, sentirla, recordarla, y tantos otros adjetivos buenos, como también sus malos antónimos. No sabemos cuándo nos toque irnos, ni decidimos cuánto tiempo más quedarnos, no plantamos cara con valentía a una situación muchas veces porque sabemos que la balanza puede inclinarse de un lado, de ese lado que nosotros no queremos que llegue nunca, el de irnos. Pero yo digo ¡demonios!, soy joven, y aunque no sea para siempre, es ahora cuando debo tomar un verdadero impulso para asegurarme un vuelo feliz y agradable por el tiempo que estaré en el aire para que, cuando tenga que descender bruscamente, lo haga pensando que valió la pena. Valió la pena copiarme en ese examen, valió la pena hablarle a esa hermosa chica que estaba sentada con sus amigas, valió la pena expresar mi incomodidad hacia mis padres, valió la pena escaparme de casa para ir al concierto de Sleeping With Sirens, valió la pena darle un puñetazo a ese bravucón que todos los días se burlaba de mi y valió la pena ir castigado por ello; valió la pena conocer a las simples personas que siempre recordé , y dejar ir a las personas tan especiales que jamas olvidaré; valió la pena amar cuando no era debido, para luego ver que la persona indicada estaba a un paso de mis narices; valió la pena cada cicatriz que me hice, cada cigarro que fumé, cada lágrima que dejé caer, cada vez que me reí solo, cada vez que imaginé mi futuro, cada vez que soñé mi pasado. No viviremos por siempre, cierto, pero si fuimos el espermatozoide que ganó la carrera, ¿por qué no ser felices mientras podamos? porque ese es el propósito de la vida, ser felices, a nuestra manera, a la manera de nuestros padres, de nuestros amigos, de nuestra pareja; ser felices, un día probar hamburguesas de rana y al siguiente beber jugo gástrico de vaca; vivir muchas experiencias, buenas y malas, y aprender de ellas, para luego enseñarle eso a quienes vengan después de ti y se mantendrán en pie cuando ya no estés, a quienes afirmarán que tu estadía en el planeta fue lo que tu esperabas, a quienes contarán a otras generaciones que en tus tiempos estaba bien visto ser Homosexual, estaba bien tener relaciones con 4 chicas a la vez, estaba bien pintar Graffitis en las paredes de una comisaría, estaba bien ser feliz. Con ser feliz no me refiero a ser un vago, un vándalo o una mala persona. No, nada de eso, me refiero a entrar puerta por puerta buscando la que te lleve a tu habitación, me refiero a oler flor por flor hasta reencontrar un olor que te recuerda a tu niñez, me refiero a intentarlo no una, ni, dos, ni tres, sino las que sean necesarias para lograr tus objetivos, tus ambiciones sin importar si son parecidas a las de un adulto primermundista adinerado y resentido con la sociedad por tener un pene pequeño; ser feliz significa llenar ese vacío que hay dentro de ti, encontrar algo o alguien que te saque sonrisas pero que sean reales, eternas, que aunque seas huesos y estés bajo tierra, sigas sonriendo. Personas, objetos, momentos, lugares, cualquier cosa, algo que te haga feliz, encontrarlo, buscarlo, ese es el objetivo de todo esto. ¿Qué importa si repruebas un examen que vale el 50% de la nota de una materia? si al final esa materia, por ejemplo, no te sirve para tu exitosa carrera de vocalista de una banda de Screamo, no te sirve para tu multimillonaria empresa de ropa deportiva, no te sirve siquiera como cultura general para enseñarle a tus hijos al momento que llegues de tu trabajo y te sientes a convivir con ellos; y un largo etcétera. ¿Qué importa si esa chica linda a la que siempre mirabas, te rechaza cuando quieras invitarla a salir? como si no hubieran millones de chicas en el mundo, todas lindas y todas buscando lo mismo, el cariño de una persona como lo puedes ser tu, como lo puedo ser yo o como lo puede ser el vecino de Bill Gates. ¿Qué importa si fumas? mientras sepas que tiene consecuencias mayormente negativas y que si te vuelves adicto puedes morir (y es que al final todos moriremos de una u otra forma), fumar es solo experiencia, es solo un detalle, una basura que flota al rededor de una hoja en un estanque, esa hoja se hace más grande y más interesante mientras más vivas y tengas cosas qué contar en el otro mundo, ¿o crees que a Napoleón le gustará estar sentado al rededor de una fogata escuchando que tenías una nota perfecta en matemática, pero que no besaste a una chica sino hasta los 19? 
Arriésgate, si, te lo digo a ti, arriésgate; ten en mente las consecuencias malas que tus acciones puedan generar, pero más ten en mente las posibilidades y los buenos resultados que tus mismas acciones pueden darte. Arriésgate o simple y llanamente no vivas más, pues aquí, al igual que en el Poker, quién no se arriesga no gana. 

   "¿He contestado tu pregunta de por qué mi actitud tan anti parabólica?" le preguntaré a quién me pregunte para que deje de preguntarme preguntas con respuestas tan complejas. Ese es mi argumento, y me encantaría tomar un micrófono o dar una conferencia para "gente importante" como los presidentes de las naciones, para decirles lo mismo, más ampliado por supuesto. Pero vamos, si no soy tomado realmente en serio ni por mi familia, ¿por qué hacerme ilusiones con algo tan grande? ah, un momento... ¿y por qué no? ¿quién me asegura que no podré dar una charla para mucha gente? ¿quién me dice que jamás estaré en un estrado y tendré la palabra y cientos o miles de oídos escuchándome? todo es posible, es algo que Adidas me enseñó (me gusta mucho Adidas, por eso le hago publicidad). Sinceramente espero que esta forma de ver la vida no se vaya de mi en mucho tiempo, y espero que quienes hayan llegado hasta esta parte se sientan al menos un poquito identificados, pues no me gustaría ser el único ser en este planeta que piense así, y estoy seguro de que no lo soy. Buenos/as días, tardes o noches a todos/as.


- El misántropo autor.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario