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viernes, 7 de noviembre de 2014

Cómo conquistar a una mujer según... ¿la imparcialidad?


   Hay algo que he notado desde hace tiempo. Y es que en las redes sociales (destacando Ask.fm sobre todo), aparecen cada vez más jóvenes hombres, machos vernáculos, Tarzanes con traje de etiqueta, copias wanna be de Christian Grey; que dan a conocer sus secretillos sacados del baúl de la modernidad, para conquistar damiselas. 

   Me explico: llevo quizá desde que comenzó el 2014, leyendo muchas respuestas en Ask.fm y en Twitter de parte de Romeos venezolanos, colombianos, mexicanos, españoles... y todos apuntan a un tema: conquistar a una mujer. Bueno, a una chica. Bueno, a una jovencita autoproclamada de "mente abierta" y, por consiguiente "madura", que sale a la calle mostrando el 15% del culo, los hombros y brazos enteros, celular Iphone y un perfume que huele a FA-RÁN-DU-LA. 

   No soy de seguir cualquier tipo de cuentas en Ask o en Twitter (sitios menesteres donde se expresan estas plagas de personas), solo a quienes tienen un contenido que me parece interesante... o a mujeres. Si algo afirmo como venezolano, es que las mujeres de mi país son una bomba. Todas. Y es una de las razones por las que redacto esta entrada; porque son esas mismas cuentas que en su momento despertaron algo de interés en mí, las que dan "me gusta" a las respuestas de los wanna be de Christian Grey.

ACLARATORIA: Me refiero a jóvenes con complejo de caballero perfecto, de seductor infalible, defensor supremo de los derechos de la mujer, etcétera.


Patrañas. La mujer siempre será el sexo débil

   A ver, que un chico exprese con cierta "dulzura" de chocolate homosexual lo que él haría para ganarse a una mujer, está bien. Pero que se vuelva una moda entre los jóvenes (sobre todo latinos) escribir LO MISMO, cambiando un par de palabras o uno que otro punto de la lista... aburre, cansa, es predecible. Y lo que me sorprende es que ninguno, ninguno de los jóvenes Romeos del siglo XXI difiere un poco de la imparcialidad. No a todas las mujeres (jovencitas en paños) las conquista un mensaje de buenos días o de buenas noches; no todas arman la Guerra Mundial de los Sujetadores solo porque las dejes en "leído" o no le hables primero. Si todas las chicas tuvieran los mismo estándares en cuanto a pretendientes se refiere, ¿por qué hay tantas solteras entonces? Si se supone que ya hay hombres valientes que dieron a conocer uno de los grandes misterios de la humanidad: ¿qué quieren las mujeres?

   Analicemos la que, a mi parecer, ha sido la lista que mayor galardón se merece: 

Y es larga, la captura solo muestra la mitad.

   Contestada por un venezolano, la pregunta lo forzó a la mortal tarea de pensar. Después de hora y media, dejó de vacilar y se puso a escribir. O bueno, a copiar, pegar y extender lo que seguramente leyó en las respuestas de otros galanes con la mitad del cerebro desarrollado. 

   Lo que más me impresionó fue el punto que reza: "ten buena ortografía" (la imagen no lo muestra), pero en otro consejo dos líneas más abajo escribe "vayas", del verbo ir, pero con doble ele... Epic fail. Más arriba está el que pienso que es el consejo más trillado, el "buenas noches, princesa", que él deja claro muy colérico y excitado que no hace falta eso, sino un insulto minimizado e inofensivo. Tontita, tontota, tonta, tontarra. 

Hombreseductor_21: Buenas noches princesa, que duermaz vien :) 

Pajiza_concorazón_69: Ay, gracias. Pero, ¿te cuesta mucho ezcrivir bien y ser menos pasteloso? Con un "duerme bien y no te dejes violar por ningún coco, pendejita" me hubiera alegrado más. 




   Ahora, por si todo lo anterior explicado no fuera poco, existen muchas cuentas dirigidas por una o varias personas (generalmente adolescentes hormonadas), que buscan exponer a chicos y chicas considerados "populares" en alguna ciudad o región, debido a no mucho más que sus atributos físicos. Pero también, cuando le sacan el lado romántico y filosófico del asunto, los populares se hacen más populares rebelando los tan trillados y para nada generalizadores secretos o tips para cortejar a una dama y tenerla masajeando tus pies. Como se puede apreciar en la imagen de arriba, esa es una de las mencionadas cuentas que, de vez en cuando, postea links a respuestas de esta gente que gana popularidad en las redes sociales a base de decir estupideces resabidas hasta por las mujeres del siglo XIX. Si van a cualquiera de esos enlaces, se topan con exactamente lo mismo. Con una o dos palabras cambiadas, otra manera de expresión (respuestas más bestias y mal redactadas que otras), pero al fin y al cabo con el mismo propósito. Mojar bragas vírgenes. 

   Es increíble cómo mujeres que a simple vista, o juzgándolas por sus respuestas, se ven inteligentes y con cierta capacidad para discernir... caen tan fáciles y redonditas en lo mismo, repetidamente. Es tema para reflexionar hacia dónde va la juventud; hacia dónde se ha estado encaminando desde la aparición de las redes sociales y modas cada vez más distópicas. 

   Pues bien, como Canciller Supremo de la Real Academia Española, y en mi potestad de Señor Magnífico de las Letras, voy a rebelar aquí y ahora lo que verdaderamente desea una mujer, en el fondo. Sosténganse de donde puedan:


Golpes en el rostro: nariz, boca, ojos y cuello. Pero eh, siempre con intención de animarla cuando esté triste, en plan: vamos mi amor, regálame una sonrisa *le rompe el labio de un puñetazo*. 

- Abrázala por detrás y susúrrale muy pícaramente que quieres llevarla a la cama. Si se resiste, golpes en el estómago, los brazos y la espalda.

- Sé detallista y muy cortés. Déjale notitas al lado de la cama recordándole que es tu zorra, y de nadie más. 

- Originalidad ante todo: si vas a mentir, el estilo no puede faltar.

- No la engañes con más de dos mujeres a la vez, porque su instinto lo detectará y empezarán las sospechas. 

- Si la haces enojar, pégale para que se le quite. Si te hace enojar a ti, pégale para que pida perdón. 

- La mujer debe tener claro que es el sexo débil de la relación, y que siempre estará por debajo de ti, el macho vernáculo. Sé creativo a la hora de recalcárselo. 

- Cómprale cosas. Sobre todo maquillaje, mucho; lo necesitará para tapar los moretones. 


   Y a todo esto, no olvides nunca, querido conquistador, ligón supremo, caballero de la Mesa Celestial Feminista: sé tú mismo. Es lo primerísimo que las mujeres buscan en un hombre; que sea él mismo. Entonces ya sabes, pégale desde la primera cita. 

¡Un abrazo!


- El misántropo autor.









jueves, 16 de octubre de 2014

Belonefobia: ¡superada!


   Para que sepan algo nuevo de este servidor, soy belonefóbico. O, mejor dicho, era. Esta fobia la adquirí siendo muy, muy pequeño. La historia es la siguiente:

Cuando nací, se pensó que iba a padecer de diabetes en algún momento de mi vida, posiblemente siendo un niño. Esto es gracias a que la familia de mi padre (y él también) la posee como enfermedad hereditaria. Mis tíos, mi abuela, mi hermano mayor... Siempre han sido enemigos jurados del azúcar, ¡pero cómo les encanta caer en la tentación, además! 
Pues parecer ser (por lo que mis padres cuentan, ya que yo no recuerdo) que siendo muy niño visitaba los laboratorios, me sentaban, y una ardiente enfermera extraía sangre de mí. Constantemente. Con ella hicieron todo tipo de análisis, y aunque yo corrí la enorme suerte de jamás presentar signos reales de diabetes, los doctores recomendaron a mis padres que el consumo de azúcar me fuera prohibido. Recuerdo que siendo un poco más grande, mi madre me daba galletas y chocolates sin azúcar cada vez que me invitaban a una fiesta, para que no consumiera los dulces que en ellas yacían. Tampoco me dejaban tomar bebidas carbonatadas con azúcar (refrescos). Pero llegó un momento de mi niñez en que ellos se cansaron y dejaron de prestarle mucha atención a eso. Sabían que no tenía nada, pero guiándome por el historial familiar, aparte de la diabetes, soy propenso a padecer otras dolencias. Desde malestares gástricos, hasta infartos. 
A medida que iba creciendo, cada cierto tiempo (una vez al año) debía visitar un nuevo laboratorio médico para que tomaran una muestra de sangre, como toda persona normal debe hacerlo de vez en cuando, solo para comprobar su salud. Resulta que yo me ponía a llorar y patalear, armaba grandes berrinches, me desesperaba. Recuerdo una vez en específico; se trataba de un análisis completo, a base de mi sangre, claro. Primero me la extrajeron una vez, luego me dieron una taza con una bebida de sabor tenue a mandarina, pero sabía realmente mal. Debía tomarla y esperar quizá unos 20 minutos, para volver a entrar y que me extrajeran en el otro brazo. Yo no tenía idea de que lo harían una segunda vez... y de verdad enloquecí. Después de eso, recuerdo unas dos o tres veces más en los que tuve que pasar por análisis. Siempre les tuve un miedo casi insano, hasta hace poquísimo.


Esto es tener cojones
   A ver, aclaremos. No le temo a la sangre, o a las heridas. Tampoco a las tijeras, cuchillos u otros objetos punzocortantes. Mi temor reside principalmente en los pensamientos que se ciernen alrededor de la idea de que entierren una aguja en mi brazo; sentirla dentro de mí, tener que aguantar esos caóticos segundos en los que me nublo. Desde el momento que me dan la noticia de que me harán un chequeo, todo se pone en blanco, por así decirlo. Mi mente no para de darle vueltas a eso, y cuando el momento llega, es la peor parte. Me pongo nervioso, tiemblo sin darme cuenta (sobre todo mi mandíbula, tiembla mucho). No importa de lo que me hablen o con quién esté, no estoy realmente tranquilo hasta haber sobrevivido. 

   Hay gente que me dice que es una estupidez, algo infantil. Que por temerle a las jeringas soy un cobarde, un llorón, un niño pequeño y asustado por cosas simples. Yo simplemente pienso: un miedo profundo, una cicatriz psicológica, una fobia... no es algo simple ni estúpido, y mucho menos se debe tomar con comentarios como esos. Todos le tememos a algo, sin importar qué cosa, sigue siendo un miedo. Ante todo, yo siempre he sido respetuoso con los miedos de los demás y, si está dentro de mi potestad, he intentado ayudar a algunas personas a superarlos. Pero con los años, nunca he recibido un comentario realmente alentador para superar la belonefobia. Ni de mis padres, amigos, amigos cercanos o parejas. Vamos, ni siquiera de algún doctor. De hecho, muchas han sido las burlas. Llegó un punto en el que me cansé de ser perseguido por las risas, y estoy seguro de que es una razón más. Una razón más para finalmente haber conseguido las agallas y enfrentarme yo solo a lo que me reducía mentalmente. Ahora sí puedo decir que es una tontería eso de hacerse análisis de sangre. Quiero compartirles mi triunfo con mayor número de detalles, atentos:

Puedo ver este tipo de imágenes, pero de a cortos intervalos de tiempo.
 
   Hace poco he enfermado. Cogí un virus que, si bien se venía formando hace tiempo en mí, ahora ha decidido estallar. Me ha provocado fiebre que a veces sube y a veces baja, fuertes congestiones en la nariz, oídos, dolor de garganta y tos. El día 15 de octubre, fui a un médico otorrino (otorrinolaringología), la cual me hizo pasar de su pequeño despacho (un escritorio con una computadora y, detrás, un estante con libros) hasta una silla situada al lado de una mesa con objetos. Me revisó los oídos, las fosas nasales y la garganta. Al ver mis dos fosas nasales se impactó un poco, pues parece que la congestión ha venido inflamando los cornetes, causando que cuando tenga gripe, se tape aún más todo. El virus anteriormente dicho es lo que genera la fiebre, y produce tanto moco que me tapa los oídos, me hace doler la garganta, entre otras cosas. El caso es que poco antes de regresar a su despacho para recetarme medicamentos, la doctora nos dijo a mi madre y a mí estas mismas palabras: "... pero sí voy a requerir que se haga un examen de sangre. Una hematología completa, para saber si lo que causa el malestar es algo viral o bacterial..."

   Sinceramente, cuando moduló sin mucha prisa la palabra examen, de inmediato me ausenté de la realidad. Estaba sentado frente a ella, mientras explicaba cómo sería el tratamiento y por cuánto tiempo, pero si no fuera porque mi madre estaba al lado, no sabría ni qué comprar. No escuchaba, solo le daba vueltas al asunto pero, increíblemente, sin la presencia de los característicos nervios. En ningún momento el pánico o la desesperación me invadieron. Es más, cuando salí de la consulta y me dirigía al laboratorio para hacérmelo, decidí ir al baño y mirarme en el espejo unos momentos. Lo ansiaba en el fondo; ansiaba tener la oportunidad de plantarle cara a mi miedo. Pensé que ya era hora, que ya había pasado por tanto desde la última vez, y había crecido mucho en todo sentido. Vamos, que el máximo gobernante de un mundo de fantasías no puede huir de una agujita habiéndose enfrentado a enemigos y criaturas terribles, realmente intimidantes. Mis propios demonios, yo mismo, a eso me refiero. Bien resuelto, salí al laboratorio, me pasaron rápido. Al verla acercarse a mi vena, respiré hondo, contuve, desvié la mirada e imaginé lo condenadamente hermosa que se vería aquella enfermera sentada en mis piernas. No duró más de 15 segundos, mi madre me miraba desde fuera del cuartito. Por un momento quería gritar, sentía la punta dentro de mi, pero dejé mi brazo quieto, apretando el puño. Creo que no pensé en nada durante esos segundos, ni en el dolor siquiera. Al acabar, no salía de mi asombro: soporté un análisis de sangre sin patalear, gritar, moverme o casi desmayarme. 

  Está bien, véanlo como una tontería, pero ha sido todo un logro personal. Superé mi belonefobia, no dejo de sentirme orgulloso. Cuántos quisieran vencer sus propios miedos, pero están faltos de fuerza de voluntad... Soy muy afortunado. Y la mayor alegría vino luego, al saber que me encuentro, si no perfectamente, sí lo suficientemente bien. Dejé atrás eso que me despojaba de toda imagen de honor y valentía que infundía normalmente. Simplemente, ya no le temo a nada.


- El misántropo autor





martes, 10 de junio de 2014

Crítica a Bajo la misma estrella


   Quizá es porque yo he vivido otras cosas, me han tocado ciertos sucesos a esta edad que a otros no, por eso mucha gente que ha leído Bajo la misma estrella (The fault in our stars), del autor estadounidense John Verde, se han conmovido hasta el punto de poner la obra como la novela romántica más hermosa del hoy por hoy, lo cual no me parece correcto. 

   El señor Verde vive en Indianápolis, lugar donde se desarrolla la trama del libro por el que más se le conoce. He de aclarar que no lo tengo como mío, sino que me lo cedieron para poder leerlo, más específicamente fue una de esas tantas personas que literalmente quedaron exultadas con él. Al tenerlo en mis manos me entró uno de esos vértigos momentáneos provocados por el resentimiento y el rechazo hacia una obra que se ha popularizado mucho. Para mí, el hecho de que se popularice, no es más que un llamado a gritos para que alguien lo lea y, tras analizar unos cinco o diez segundos, decidir si unirse a la marea de babosos que idolatran la mencionada obra como si fuera la Biblia, o bien mirar la cubierta y pensar: Dios, ¿en esto gasté mi tiempo?

   Me incluyo en el aparentemente escaso segundo grupo. Bajo la misma estrella no fue lo que esperaba, de verdad. Tras sobreponerme del vértigo y animarme a leerlo, comenzaron a lloverme mensajes esperanzadores, en plan: me va a gustar mucho; será tan genial como todos comentan; me la pasaré diciendo bien, bien, bien cuando lo acabe. Pa-tra-ñas, ya han pasado dos o tres días desde que lo terminé y más bien me dan ganas de buscar a la persona que me lo prestó, pedírselo nuevamente y sacarle copias a las 300 páginas que lo componen, para posteriormente limpiarme el ano con ellas y ahorrar papel higiénico (humor negro-ácido-benzoico. No se ofendan). 

   No, no, hablando en serio: he leído mejores; mucho mejores. No quiero desprestigiar a John Green, pero si ese libro es su tarjeta de presentación, primero contrato al perro de Shakespeare para que me ayude a estudiar para mis exámenes de literatura. A pesar de que no me he empapado de más obras de este señor, primero me gustaría leer la saga de Harry Potter entera. Y ni siquiera me gusta Harry Potter. 



Eso explica mucho, amigo


   Pero bueno, me desvío. Pequeño defecto de su servidor. Les contaré de qué va la trama:

   Hazel Grace es una adolescente de 16 años con cáncer de pulmón (increíblemente, esta nena nunca ha fumado), con padres muy cariñosos que se preocupan por ella hasta el punto de bajarle la cadena después de ir al baño. Un día, en una reunión de un grupo de ayuda al que ella acude a regañadientes, conoce a un muchacho de 17 años de nombre Augustus Waters. Gus, como le apodan, es amigo de Isaac, otro muchacho que asiste al grupo de apoyo y que sufre de cáncer en los ojos. El joven Augustus Aguas ve en Jeizel un parecido muy razonable con el de su ex-novia, una ya difunta paciente de cáncer cerebral. Gus se enamora de Hazel al primer momento, y ya ese mismo día cuando acaba la reunión, la invita a ver una película en su casa (bastante aprovechado, el nene). Augustus tiene una pierna artificial, debido a que se amputó una para poder obtener, a cambio, un deseo que le concedería una organización de ayuda para la gente con cáncer. Básicamente, el libro gira en torno al amor que va creciendo muy, muy rápido entre Augustus y Hazel, en una especie de carrera contrarreloj, donde deben disfrutar de sus inestables vidas mientras descubren que han sido hechos el uno para el otro. Hazel es una empedernida lectora, cuyo escritor favorito es un amargado, alcohólico, ermitaño, viudo y trastornado estadounidense llamado Peter Van Houten, que decidió irse a vivir a Amsterdam, donde le dio empleo a una supersexy pelirroja que responde al nombre de Lidewij, como asistenta personal (bastante aprovechado también, el viejo este). El sueño de Hazel antes de dormir para siempre es conocer a Peter y saber cómo termina su libro favorito, escrito por él: Un dolor imperial. 


   No quiero spoilear, sinceramente, pero al final Augustus muere debido a una recaída en su cáncer, que se le extendió por todo el cuerpo, dejándolo primero en silla de ruedas y, más tarde, en la morgue. Al funeral asiste Peter Van Houten, que viajó desde Holanda, acosa a Hazel un rato y luego, tras saberse el secreto y estigma que su vida guardaba durante tanto tiempo, sale de escena para siempre. No quiero contar de qué se trata toda la historia, pues dentro de no mucho los que no acostumbran a leer podrán ver el resumen en un film.

   Así es, están convirtiendo, y de hecho, ya sacaron, el largometraje de esta obra. Fue estrenada el 6 de junio en los Estados Unidos, y no tardará muchos meses en llegar a Latinoamérica. Santo Dios, ya estoy viendo esas salas de cines atiborradas de fanáticos enloquecidos como si estuvieran por ver la final del Mundial. Augustus Waters 0-1 Cáncer, amigos, así queda la final. Pero no estaría mal ir a verla, yo por lo menos la veré si alguien me la presta o la busco en Internet, pero no quisiera pagar por algo así. ¿Por qué? Mirad, recuerdo cuando fui al estreno de High School Musical 3 acá, creo que era fin de semana, y estaba con un grupo de amigos de la primaria (fue hace cinco años, más o menos). Las salas estaban hasta reventar de chicas, niñas pequeñas, padres y todo el elenco típico que conforma la gran audiencia de las películas de Disney. Cada vez que salía Zac Efron en la pantalla grande, toda la sala se llenaba de suspiros, gemidos orgásmicos y gritos de ovación. Aunque la película estuvo buena al final. 

   Pero en serio, sí veré Bajo la misma estrella en la pantalla grande. En el reparto de actores encontré dos personajes que merecen la pena y ya conocía: la preciosa Shailene Woodley interpreta a Hazel, y Willem Dafoe hace del cascarrabias Van Houten. Tiene buena pinta, incluso. Además ¿ya vieron a la que actúa de Mónica? 




   Entonces, tras leer el libro, analizar la trama, el final, los personajes y ver el trailer de la película, puedo asegurar algunas cosas:


1) Mi actitud descarnada puede, y en efecto provoca una crítica de buenas a primeras despectiva hacia cualquier obra o trabajo, literario o no, que esté considerado como un best-seller en el mundo o que haya marcado un antes, un después e incluso un final, un cierre y un nuevo comienzo en la vida de muchos lectores, pintores, fanáticos, asociales, creyentes con parche en un ojo, etcétera. 

2) John Green no es un escritor de esos que enamoran y atrapan al lector, o al menos conmigo no fue así. Leí Bajo la misma estrella de a poco, día por día, tardándome más de lo normal. La trama empieza como cualquier historia de una adolescente con cáncer terminal, pero luego el giro que da es muy rápido cuando Gus aparece por primera vez. Y a partir de aquí, como bien se dice, se fue todo a la mierda. En menos de un mes la protagonista estaba atada de manos y pies en Amsterdam con un chico que se le pegó como calzón a rabo desde el primer día. ¿Tú harías eso? No si estás al menos un poco cuerdo, pero recordemos que a Hazel no le restan tantos años de vida como a otros, es por eso que quizá decide arriesgarse. Típico efecto colateral de estar muriéndose, como dice ella. 

3) Algo me dejó este libro, aunque para mí no ha sido una enseñanza, pues ya lo sabía. Simplemente me lo recalcó. Y es que la vida, tengas cáncer o no, es muy corta, demasiado. Hazel es una chica que estaría a punto de entrar en la etapa más brillante en la vida de un Ser Humano de no ser por su enfermedad, la cual la obliga a correr contra el tiempo y las circunstancias para poder lograr sus objetivos y disfrutar tanto como pueda. En el caso de una persona sana, como seguramente lo eres tú que lees esto, el tiempo pasa igual de rápido, las caídas son igual de fuertes y los momentos duran lo mismo y ya no regresan. Con el detalle que a ti no te lo susurra una vociferación demoníaca llamada cáncer. Sí, en definitiva, todo pasa demasiado rápido; tal y como dice Luis Jiménez en el tema Un segundo, de Los mesoneros.

4) A lo largo del libro se puede apreciar como los personajes van descendiendo en una espiral de dolor, tormento, mala suerte y sufrimiento. Hasta llegar a la muerte incluso, a pesar de que Augustus asegure que está en una montaña rusa que no hace más que subir. Esto me reflejó la lucha y la determinación indispensables en la carrera por la vida y la supervivencia. A pesar de que suene a documental de Nat Geo, si lo lees te podrás dar cuenta tú misma o tú mismo. No es la primera vez que veo algo así en una trama, y es triste en serio, pero al final te deja cosas qué pensar. A mí me hizo ver (o más bien me recalcó) que el día de mañana tu mejor amigo podría no ser el mismo de hoy, tu novio/a podría no ser el/la mismo/a, tus padres podrían cambiar, tus compañeros podrían darte la espalda, tu mascota podría morir, el dinero que has estado ahorrando podría acabarse, y sobre todo tú; tú podrías ya no existir. Paradojas, ironías y contraproducentes hechos saldrían a la luz o se esconderían como topos en la tierra. El hecho es que, como bien dice también Luis Jiménez en Ya no estoy, podrías ya no estar.


   Te felicito por haber llegado hasta este punto, visitante. La ébola que es tener que leer la opinión de un cerdo inexperto en la literatura ha llegado a su fin, pero una última cosa te digo: si te gustan las historias tristes, románticas, realistas y al final quizá, quizá, conmovedoras, lee Bajo la misma estrella. Si no es así, al momento en que la película se estrene en tu país, no salgas de casa por lo menos en un mes. Mis respetos al señor Verde y a los actores que prestaron su tiempo y talento en el film. Hasta luego.


- El misántropo autor.


Quienes leyeron, entenderán


lunes, 14 de abril de 2014

El Real Madrid y su constante utopía


   Esta es la primera vez que decido escribir en torno al deporte. Realizo esta entrada porque me ha causado pereza, así como estos últimos años, ver que el Real Madrid llegase a la semifinal de la Liga de Campeones; la Champions; la "Shempions". Díganlo conmigo, así con un acento euroasiático: Sheeeeee-mmpions. 

   Dicen por ahí que a la tercera va la vencida, ¿verdad? Pues quizá para los merengues no es así. De hecho, seguramente harán falta unas cuantas oportunidades, mentirillas, robos, martilleos, casquilleos, y demás acciones que terminen en "eos" para tener la décima en sus sucias, ilegítimas y abrahámicas garras blancas. Al momento que escribo esto, no se ha jugado la ida de las semifinales, pero ya se conoce de sobra al rival: el Bayern de Múnich. Digo que se conoce porque el Madrid ya ha perecido a sus pies. Indistintamente de que el Bayern es un equipo gigante, uno de los mejores hoy por hoy de Europa y posee una historia futbolística que vale la pena leer, el Real Madrid ha caído ante equipos de menor nivel a lo largo de los últimos 14 años. Si, los vikingos tienen casi 14 años sin ganar una Shempions. Es patético tratándose de "el mejor club de la historia" (según Tomás Roncero y su Gabinete de esnifa-glandes madridistas). Pero no hay que desvariar, mejor echémosle un ojo a los verdugos del club blanco en los últimos 13 años de torneo: 


La Roma eliminándolos en octavos (2008)

  
El Liverpool goleando a diestras y siniestras, dejándolos en octavos (2009)



Perdiendo por la mínima ante el Lyon (2010)

   
La pulga llevando al Barcelona hasta lo más alto, hundiendo a los merengues (2011)


Un matador Bayern venciendo en penales (2012)


Cristiano errando su penal
Ramos imitando a CR7, con más estilo












La imagen lo dice todo (2013)


   Y ahora un resumen de los personajes específicos que han acabado con el sueño europeo:


Cortesía de memedeportes


   Sé que no han sido 13 años, pero completemos y veamos un par de cosas. La última vez que el Madrid levantó "La orejona" fue en el 2002, venciendo al Bayern Leverkusen en la final; desde entonces se ha desatado una especie de maldición. 


En la temporada 2003/04 el Mónaco los dejó en cuartos de final tras una batalla que acabó en empate global de 5-5, donde el equipo francés pasó a la siguiente ronda por haber marcado dos goles como visita (Bad luck).

* En el 2005, la vuelta estaba 1-1 tras los 90 minutos. La juve decidió reaccionar y marcó un gol dejando al Madrid bajo tierra, en octavos (Bad luck).

* En el 2006 el Arsenal solo necesitó marcar un gol como visita para dejarles en octavos y posponer la celebración blanca otro año (Bad luck).

* En el 2007 el conocido Bayern Múnich disputó dos encuentros reñidos, los cuales dejaron un 4-4 como global, pero a favor de los alemanes. Otro año más en octavos, blanquitos (Bad luck).

* El resto de la historia, hasta el 2014, está arriba en las imágenes. 


   13 años oscuros, ¿no? En un resumen rápido, los vikingos no salen de octavos, cuartos y semifinales. Supongamos que se impongan ante el poderoso Bayern Múnich y pasen a la final; tienen al Atlético (equipo que ha demostrado poder vencerles) o al Chelsea como rival, además de una maldición de más de una década. No, no creo que se alcen con la décima este año. Para mí, empezaran ahora a llegar a las finales, año tras año, durante cuatro o cinco temporadas, hasta que quizá la ganen. O bien vuelvan para atrás, quedándose en los acogedores octavos. No en balde, en el fútbol no hay nada escrito, pero si nos guiamos por la historia, los madridistas tendrán que guardarse esas ganas de celebrar para la Copa del Rey. Y mirad nada más el rival: FC Barcelona. 

   No digo más, lectores. Leeré los fuertes mensajes de burla que le llegarán a Roncero en Twitter cuando el Bayern, el Atlético o los blues, continúen despertando al Madrid de su eterno sueño.


Cortesía de memedeportes


- El misántropo autor.



sábado, 22 de marzo de 2014

Más allá del repulsivo humor


   Hace poco una conocida mía, argentina, me reclamó por un asunto que tuvo lugar en mi Ask.fm

   Según ella, ESTA respuesta que di, la asqueó. La asqueó. Tengo que aclarar que eso que escribí no era cierto; era simple humor. ¿Cómo creéis que yo, un supuesto misántropo, va a querer faltarle el respeto a Diosito Todopoderosito en su propia casa? (¿sarcasmo...?). Tras recibir su mensaje, pensé por algunos segundos, y recordé que hablaba con una cristiana, una devota. Y como en cuatro de los cinco puntos de mi respuesta, me burlé de Diosito, se asqueó. Sí, vomitó la cena solo por leer un par de cosas que ni si quiera le llevaban la contraria al Cristianismo, sino que eran una burla, mero humor oscuro contra la religión. Le dije que está bien, que si no le gustaba entonces que no lo leyera y listo, caso cerrado. Pero ella insistió con que fue una falta de respeto, que doy asco a veces, y otro par de chorradas. Entonces, impertérrito, le dije que era una broma, que jamás haría ninguna de esas cosas. Actos irracionales a mi modo de ver y vivir la vida, eso de hecho serían cinco cosas que un anti-yo haría antes de morir. 

   A pesar de haberle aclarado esto, y de paso volverle a decir que si no le gustó, que lo ignorara y se fuera a orar, ella me reprimió una tercera vez, diciendo que aunque fuera una broma, era repugnante y estaba mal. Dejé el tema hasta ahí con ella, porque desde que me habló supo que se armaría una discusión si yo saltaba a defender mi humor, o mi intento de humor en realidad. Claro que hubiera respondido esa pregunta de otra manera, pero en ese momento tenía algo de creatividad macabra en mi mente y mis dedos comenzaron a teclear sin mi permiso. Así quedó la respuesta y así quedará, pero a raíz de ese incidente me han entrado ganas de darle rienda suelta a mi "habilidad" para escribir guarradas y blasfemias contra la humanidad. Así que a continuación, te contaré mi fiel lector(a), cuáles serían las cosas que me encantaría poder hacer si se me diera la oportunidad y estuviera bajo los efectos del alcohol o de una fuerte droga que me prive de todo pensamiento racional del que normalmente dispongo. Antes de morir, me gustaría:


* Lanzar una bomba atómica hacia una tribu aborigen y muy subdesarrollada de Angola, desde una altura de 5000 metros, más o menos. Quizá hasta podría hacerle un favor al planeta. 

* Secuestrar a una mujer sidosa y retenerla como mi esclava y ama de llaves. Las peticiones y castigos tan sucios que se me ocurren, son inenarrables. La idea de tener a una mujer con un mal inamovible como mi prisionera sexual y sirvienta, me reconforta muy en el fondo.

* Afeitarme toda la cabeza y pintarme flechas azules, como Aang; salir a la calle vestido como un pobre monje del tercer mundo y gritar a los cuatro vientos que soy el Avatar, a la vez que doy saltos intentando volar.

* Entrar a un banco usando solo un traje de baño, un visor de buzo y calcetines. Dirigirme hacia un guardia de seguridad y preguntar si allí dentro (en la bóveda) se encuentran mis tiburones, mantarrayas, delfines y sirenas cazadas en las aguas del Océano Índico. 

* Atomizar por medio de telepatía a la población joven del planeta haciendo que crezcan teniendo problemas psicológicos más agudos y ébolas mortales. Muy a lo Beavis y Butthead.

* Entrar a una clínica de rehabilitación, ofrecerle cigarrillos y alcohol a los pacientes en recuperación de adicciones y luego tener relaciones sin protección con alguna enfermera infectada de Cáncer intestinal.

Acosar a los padres, novios y amigos de mis ex novias mediante las redes sociales, bajo el anonimato y cuentas falsas. Adoraría hacer puré la psique de esos allegados mediante guarradas inconexas, fotos con alto contenido gore, etcétera. Conmigo no se jode, montón de perras.

* Masturbarme en Skype con alguna mujer desconocida travesti hallada una noche bohemia en Omegle.com

* Comprar un prostíbulo y obligar a las prostitutas a tener relaciones con animales, filmar la excitante escena y venderla a una productora africana de films pornográficos zoofílicos. 

* Entrar a la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y prender fuego a sus más de 138 millones de ejemplares. Cuando gran parte de las instalaciones se vean envueltas en llamas y a punto de caerse, saldré volando por una de las ventanas y dejaré morir a las personas que allí se encuentren. Mala leche, quién les obliga a leer, ¿verdad?


   Esta ha sido una corta lista de solo 10 puntos. Pondría más pero esto lo puede leer gente muy susceptible y criadas en el seno de una familia cristiana, bonachona, correcta, disciplinaria, y no-sé-cuántas-mierdas-más. Les diré la verdad: si pudiera vivir dos vidas, dedicaría la primera a ser y hacer lo que soy y hago ahora. Y la segunda la dejaría para disfrutar como todo un malnacido haciendo todas esas cosas puestas arriba, y un largo, largo etcétera. 
   Cuídense. 


- El misántropo autor.






martes, 11 de marzo de 2014

Desahogándome sin salir del agua (cuatro: un libro sin terminar)

ADVERTENCIA: esta entrada está escrita con una ortografía medianamente aceptable, raro de ver en este blog. ¿por qué está tan mal escrita? porque es para descargarme, y tengo una mala costumbre de que tengo que decirle a alguien cómo me siento, alguien de confianza. Hoy, ustedes, los lectores, serán los que lean mi estado de ánimo. Disfruten, bastardos.


   Tienes que ser una maldita niña con suerte, ¿sabes? Para yo rebajarme a esto por ti, no sé cómo lo has hecho. Pero acá está, mi último suspiro dirigido a ti.

   Es patético, vamos a estar claros. Nunca imaginé algo así de tu parte, nunca... y me viene a la mente una vez que te dije que una infidelidad la puedo perdonar, mas una mentira no. Ahora tengo que rectificar eso: no puedo perdonar ni infidelidades, ni mentiras, ni secretos, ni actitudes que no me agraden, ni desobediencia. 

   No haré nada al respecto, absolutamente nada. Si dices que ya no se cruzan tanto y que lo tienes bajo control, he de creerte. Pero otras veces has dicho que entendías, que estaba bien, y que no volvería a suceder... y mira dónde hemos terminado. ¿Entonces cómo confiar en tu palabra de que todo está bajo control? No se puede, ya no se puede. Nunca terminamos de conocer a una persona, ni siquiera a nosotros mismos; en Internet esto es mucho más difícil, por supuesto. Y más si esa persona se empeña en ocultarte a ti, a ti que... que supuestamente eres lo más importante para él/ella. No. No hay un motivo de verdad aceptable como para no decir algo así, ¿no crees? Una situación tan delicada, algo que debe involucrar a ambos, y a más gente en realidad. No, esta ha sido la última gota que dejaré caer; has cruzado una línea que te clasifica en Alejandría como una traidora y una criminal. Sabrías a qué me refiero si tan solo hubieras sabido algo de Alejandría. Una vez más: es patético.

   Es patético que hayan otras personas que sepan más de esto que tú; es patético que tantos meses, tantas cosas que pasamos, las caídas y cómo salimos de ella... todo desperdiciado; es patético cómo me creí todo lo que me decías, cómo puse toda mi confianza en ti, cómo creí que al fin había encontrado a la mujer indicada; es patético e inaceptable el hecho de haber esperado tanto para decirme algo... como eso. No sé cómo sacármelo de la cabeza, esos pensamientos tan asquerosamente reales.  

   Se dice que una vez que estés en el imperio, no puedes salir de él. Eres Alejandrino/a hasta el día que mueras, pero creo que esta vez puedo hacer una excepción, y ponerte en esa pequeña y selectiva lista de personas que tienen más, mucho más que prohibido pisar mis tierras. Y encima... intentas hacerte la víctima tú (ok, eres una clara víctima, reconozcamos eso), sin pensar realmente en cómo esto me afectó, me afecta, y me afectará cada vez que piense en ti. Y si pienso en ti a cada momento... saca conclusiones. No puedo imaginarte como antes, no eres la misma, no sé realmente quién eres. Ya nunca será lo mismo, por más que intentes arreglarlo, por más que yo intente aceptarlo y seguir adelante contigo. Jamás volveré a verte con la misma ternura, el mismo cariño; esta piedra que has tirado, ha sido por lejos, la más grande de todas.

   Mis esperanzas sobre ti son nulas ya, no existen. Ha sido un error que alguna vez existieran. Ahora recuerdo todas las conversaciones que hemos tenido, las notas de audio, las video llamadas... y me pregunto: ¿de qué ha servido? Todo culmina aparentemente aquí. Aquí se tiran a la basura todos esos años que pudimos pasar juntos como Allie y Noah; aquí se desbordan todas las cosas lindas, los momentos lindos, las palabras lindas, todo lo que tuviera un gran brillo y nos involucrara; aquí mueren todos nuestros sueños, nuestro trabajo, esfuerzo y victorias; aquí se acaba todo. ¿Valió la pena? Porque yo opino que no... sinceramente no. 

   Tras despertar, sigo anonadado, dolido. Tomará un tiempo superar esto, y superarte definitivamente a ti. Pensé que ya había encontrado a esa persona que me acompañaría en la gran aventura que me espera dentro de un par de años, pero lo cierto es que las apariencias engañan. Pasé mucho tiempo convenciéndome de que si eras tu, si eras... tenías que ser. Pero no, esta ha sido solo una prueba más de que no eres, una de tantas, incontables. No eres esa persona, no eres la elegida, no eres mi correspondida. No sabes nada tampoco, nunca lo supiste; tantas veces que pude respirar tranquilo pensando en que se acabaría mi tortura psicológica, todas y cada una han sido falsas, pues si supieras realmente, ya te habrías detenido. Y una vez más, mira dónde estamos. Jamás me llames Ale, jamás intentes arreglar algo de nuevo, jamás me busques otra vez; y por sobre todo, sobre todo... Nunca vuelvas a decirme que me amas. Nunca más. Este libro termina acá, a medias, como el anterior que escribí. Decididamente borro esos dos puntos, y queda uno solo. El final.  




lunes, 24 de febrero de 2014

Tonterías de medianoche


   Al escribir las primeras palabras de esta entrada son las 10:40 pm en mi país. Es temprano, la verdad. Seguramente esto será publicado en Internet y, tras ser leído por no más de 30 personas, caerá en el olvido. Así es con prácticamente todo lo que escribo, y no es que le de una importancia bestial al hecho de no tener tantas visitas como otros blogs que conozco, en realidad, es una de las cosas que menos me importan a estas alturas. El último par de semanas me he centrado en ver el comportamiento de mis allegados tanto en Internet como en la vida real, y en lo primero, especialmente, he tenido mucho que ver. Primero por el hecho de que en la red se dicen muchas cosas que en el mundo de afuera la gente se calla, o se muestran ciertas actitudes de la gente que, en las calles, prefieren ocultar. Esto sobre todo se refiere a formas de pensar. La gente de hoy día utiliza Internet como un espacio para desahogarse de la gran cantidad de "problemas" con los que cargan en su vida diaria, haciendo caso omiso u olvidando tonta e inocentemente que cuando le den click a publicar, eso queda, por más que a los cinco minutos lo hayas borrado. No creo estar yendo a ningún lado diciéndoles esto, pues muchos ya lo saben. 

   Mi torpe introducción de arriba fue parada en seco voluntariamente antes de que se me fuera la idea principal de la cabeza. Le estoy empezando a perder el disfrute a ciertas cosas, el sentido de hacerlas o de vivirlas. Quizá el sentido de vivir, como tal. Voy a decirlo ya, una de las personas a las que me he dedicado a leer constantemente es Gabriel Cabezas, conocido como Gabriel "Skafé", él, hasta donde yo recuerdo, ha tenido cuatro o cinco cuentas en la red social ask.fm, y tras entrar a su primera cuenta (actualmente inactiva, mas no cerrada), y leer algunas de sus antiguas respuestas, y luego entrar a su cuenta actual y seguir leyendo, simplemente llegué a la conclusión de que ese joven siempre ha sido como es. Seco, indiferente, despreocupado, algo introvertido (este rápido y subjetivo análisis tiene sus bases gracias a lo que Internet deja ver sobre él). Luego me vi a mi, cambiante, a veces complaciente y amargado, otras reservado y cerrado, limitando a las personas con las que convivo. Ahora solo, solo no sé, siento que paso por una serie de cambios psicológicos que terminarán en algo no muy agradable para mis seres queridos, pero a mi me da igual, simplemente, me da igual. 

   Recuerdo cuando escribí esta entrada, y creo que desde entonces los cambios anteriormente mencionados han empezado a cuajar dentro de mí, sin embargo ahora son notorios, más fuertes, constantes. Ahora mismo, 11 de la noche, tengo poco sueño y mis ojos están entrecerrados, me siento neutro, neutro con respecto a la mayoría de las cosas e indiferentemente desinteresado con respecto a otro pequeño grupo de temas. Puedo simplemente mandar a la mierda de manera sarcástica e "inteligente" a cualquiera que ose a hablarme ahora mismo (disculpad la mala palabra, quise decir que los mandaría a defecar). No tengo intenciones de imitar estilos de vida ajenos; pienso que nuestro paso por el mundo es muy corto como para copiar tan descaradamente a alguien mas, pero tampoco me esfuerzo demasiado por ser la persona más original que conozco. Simple y llanamente me limito a mantenerme al margen de muchas cosas ahora. Lo que sucede en mi hogar, en mi país (aunque en esto específicamente si decido levantarme y hablar), los estudios, las consultas con los doctores, mi higiene personal incluso (ojalá no penséis que soy un vagabundo, pues no es así, al menos no en el sentido peyorativo de la palabra). 

   Un fiel caballero de la Mesa Alejandrina escribió esto, y me llamó bastante la atención, disfruté mucho al leerlo. Este joven ha reencontrado el sentido que tiene su vida, el que siempre tuvo, quizá por obra del destino. Hasta hacía poco lo había olvidado, parece, tras varios incidentes que le hicieron pasar un mal rato. El punto es que cuando lo leí intenté analizarlo, y lo hice, me encontré con que yo no he dado con el sentido que tiene mi vida, no le he concebido un sentido realmente. Claro, sé por qué estoy vivo, sé por lo que vivo, y sé cuando podré descansar en paz, pero no sé que propósito tengo, cuál es la misión principal. Porque una cosa es tener un sueño, metas, objetivos, y otro es tener una misión predilecta, un propósito único de cada ser humano. Quizá deba centrar mi tiempo a partir de ahora en buscar eso, en vez de preocuparme todos los días por llegar temprano a la escuela, por enorgullecer a mis padres, por ser una persona considerablemente "de respeto" en esta sociedad mediocre, por tener más que otros, por hacer lo que otros hacen y ser complaciente. Sí, he pensado en eso, he pensado en darle otro rumbo menos atareado y más Hakuna Matata a mi existencia. No sé si esto sea un desahogo, como esos que escribo muy de vez en cuando y con menos frecuencia aún decido publicar, ya que como dije al principio de esta entrada, uno nunca sabe a dónde puede parar o quién puede leer. Creo que no. Creo fuertemente que este será otro grito ahogado de auxilio, otra orgía de oraciones que forman párrafos que serán leídos y, tras no más de cinco minutos, olvidados. Olvidados por todos, quizá hasta por mí mismo. Pero nada pierdo con intentar, así que, si llegaste hasta este punto, te pido que intentes recapacitar tú también. O que leas este texto de nuevo cuando te sientas decaído, o cuando tu rumbo ya no sea claro. Nunca sabes quién puede estar a la vuelta de la esquina esperándote para cambiar tu vida. 

   Bueno, ya me cansé, y aún no es media noche para cuando he terminado esto. Una hora me tomó, soy bien, bien lento. Felices pensamientos, lectores.


- El misántropo autor.
P.D: la imagen es una redundancia. Toma un par de segundos darse cuenta.






sábado, 15 de febrero de 2014

Grito de auxilio: Venezuela está despierta


   Esta entrada no está hecha con la intención de informar a los lectores acerca de la situación actual de mi país (si, ya no es secreto, soy de Venezuela), está hecha como un mensaje de apoyo, un suspiro, un granito de arena que hoy decido soltar sobre la gran playa conformada por otros tantos miles y, quizá, millones de granitos soltados por otras personas. 

   Durante los últimos días me ha tocado hacerle oídos sordos a las noticias, ya sé lo que ha estado ocurriendo por acá. Desde el 12 de febrero de este 2014 las protestas estudiantiles han estado descontroladas y han cobrado un buen número de heridos en todo el país. El epicentro de todo esto ha sido Caracas, la capital. Sinceramente no me he sentado a escuchar las noticias, tampoco he investigado en Internet. Solo he leído tantos mensajes de apoyo al país como horas tiene una semana, y faltaría más. Las redes sociales están plagadas. En Twitter hay tendencias, en Instagram hay etiquetas relacionadas con Venezuela con miles de fotos ya. Cosas como #PrayForVenezuela y #SOSVenezuela han pasado por mi vista y se han quedado en mi subconsciente. Mensajes de famosos en la red social ask.fm, fotos en páginas de Facebook, cientos de tuits en pocos minutos; la gente está eufórica, tanto los luchadores como los refuerzos extranjeros. ¿Por qué he decidido esperar hasta ahora para salir a hablar? Mirad, yo soy un hueso duro de roer. Hay pocas cosas que de verdad me llegan y por las cuales no puedo reservarme el derecho de opinar, tengo que sacarlo y dar a conocer mi palabra, y como yo me considero un luchador más en esta tierra, no pude quedarme más tiempo de brazos cruzados, viendo como en las calles matan o hieren estudiantes que, pacíficamente, se manifiestan contra el gobierno que les está acortando el futuro. Si yo pudiera, les juro, saldría también a protestar. La situación actual del país donde nací, y el cual amo, es una de esas cosas que meritan algo más que una entrada, algo más que una foto, algo más que un tuit, algo más que las cyber protestas como tal. Hacen falta millones de voces para cambiar a un país, y mientras más personas cuyas cuerdas vocales no hayan sido criadas en Venezuela ayuden, mucho mejor. La ayuda extranjera de países como la Argentina ha llegado en masa a través de las redes sociales. Escribo esto después de ver un video que me impactó, y posteriormente recordar las imágenes que llevo reteniendo días atrás. Masas enteras reunidas en las calles, marchando; los oficiales de policía disparando, usando la violencia, o simplemente viéndolos pasar. Los compatriotas venezolanos que tengo agregados en Whats app están activos en este sentido, la gente se ha estado moviendo, y no es para menos. Veo estados además. ¿Qué sucedía en el video que me impactó? Se observaba como una cantidad de personas marchaban y luego corrían violentamente, regresando y perdiéndose en la calle, aterradas por los disparos de la policía que arremetía, disparos que lograron impactar en un estudiante universitario que respondía al nombre de Alejandro Bassil Dacosta (si lo deseas, el video lo puedes ver aquí). El joven cayó de inmediato al suelo, boca abajo, para luego ser ayudado y llevado lejos por un par de personas, y aunque la cámara esté apuntando de lejos, puedo apostar que los sollozos que salieron de las personas cercanas y la cantidad de sangre que de Alejandro brotó, fueron dos cosas angustiosas y de verdad lamentables. ¿Saben lo que más me molesta y ultimadamente me hiere? que el estudiante se llamaba Alejandro, es decir, un protector de la raza humana. ¡Qué asco!, ¿no? 

   Espero que los lectores estén mucho más informados de esto que yo, o que se animen a buscar sobre el tema. Pues como ya dije, este será un mensaje de apoyo para mi pueblo, cuya ayuda puede venir hasta de Polonia, y siempre será bien recibida:


"Venezuela, tu me has visto nacer y crecer; y aunque soy demasiado joven aún, todo lo que sé lo he aprendido aquí, bajo tu manto. Venezuela, hace mucho no me agradaste, no sentía ese espíritu y esa calidez de pertenecer a ti. Me preguntaba por qué me habrá tocado precisamente a mi nacer aquí, y hace no mucho, pude entender por qué. Venezuela, acá está toda mi familia, toda la que yo conozco; esa familia que me sentó las bases que me permiten ser lo que hoy soy, que me hacen pensar como pienso y que me caracterizan, porque estoy casi seguro de que no sería lo mismo si hubiera nacido en algún otro país y hubiera sido criado en otra cultura. Venezuela, aún no te he explorado completamente y mis ganas de explorar tierras ajenas son cada vez mayores, creo que en el fondo eso está mal, y me disculpo contigo si eso te hace sentir menos que otras naciones, pero la verdad es que no es así, porque aunque viaje hasta el fin del mundo, nunca habrá mejor lugar como el hogar, y mi hogar eres tú. Venezuela, de verdad no me gusta ver como cada día tu destino es escrito y limitado por unas cuantas personas a las cuales también viste nacer y crecer, diste mucho de ti y así es como te han pagado. Mírate, estás cerca de la ruina, cada día me molesto más, me entristezco silenciosamente al saber que por culpa de unos cuantos seres humanos ambiciosos, mis hijos no nacerán en la Venezuela que yo me esforzaré en construir para ellos; Porque aún cuando todo parece estar perdido, siempre hay personas que sirven como luz de pequeñas velas e iluminan esperanzadamente el camino. Venezuela, voy a pelear por ti como nunca lo hice, como nunca me atreví ya sea por miedo, por flojera, o por creer que no valdría la pena. Pero si lo vale, ya he visto como se mueve la gente que te quiere; esas personas que están allá afuera recibiendo balas, golpes, arriesgando sus vidas... son las que realmente te aman, y me incluyo. No quisiera ver otro hermano caer, menos aún si el que lo tumba es alguien quien juró protegerlo. Venezuela, hoy no será, y quizá mañana tampoco, pero pronto tu pesadilla acabará. Ya que estás despierta, no te vuelvas a dormir".

   Ese ha sido mi mensaje y mis deseos de corazón para este hermoso país, a ninguna persona le gustaría ver a su país envuelto en esta clase de crisis. Ni siquiera las naciones que ya están prácticamente en guerra, estoy seguro de que sus habitantes harían lo que fueran para mantener la paz. Pero la ambición, las ganas de tener poder y tener más que otros siempre serán un problema; esa es la principal causa de esta lucha que lleva ya casi 15 años azotando al país. Desde 1999 hasta nuestros días, se han registrado más de 200 mil homicidios, y si, lo has leído bien: 200 mil homicidios. ¿Te parece poco, amigo o amiga extranjero o extranjera? ¿cuántos homicidios se han registrado en tu país? ¡Ah! Porque no hay que olvidar la cantidad de muertos que no son contados; pero no vamos a sumarlos, ya es una cantidad barbarica la que tenemos oficialmente. No diré más nada sobre este asunto (quizá), solo espero que a mis lectores les llegue este mensaje, y que sobre todo lo lean compatriotas venezolanos. Los quiero muchísimo, cuídense siempre, no importa de donde sean, y luchen, siempre luchen. Cambio y fuera.


- El misántropo autor.
Dedicado a Simón Bolívar, quien jamás hubiera querido ver a Venezuela así.






lunes, 3 de febrero de 2014

Mi opinión sobre Michelle Alessandra

   Me hallaba recobrando la inspiración para seguir con mi relato largo que quizá exponga en Internet algún día. Quise entrar en ask.fm a ver qué conseguía y me topé con algunas respuestas de Sebastian Hervaz (un famoso de la red social), entré a su perfil y leí un poco, como de costumbre. Subí de vuelta y en su información del perfil estaba el link a su cuenta de Facebook, piqué ahí y al entrar vi que en su lista de amigos tenía agregada a Michelle Alessandra. ¿Quién es Michelle Alessandra? para empezar, yo había visto un poco de ella en el pasado, unas dos o tres fotos nada más y había leído algunas de sus respuestas de su cuenta de ask.fm, pero no me interesé mucho. Ahora me la había encontrado de nuevo, con su Facebook me encontré, mejor dicho. Aún no puedo creer lo que vi, era totalmente asqueroso. Unas 12000 personas seguían a una adolescente (porque eso aparentaba) en cuya cuenta de Facebook subía muchas fotos de ella, con un pequeño detalle: es anoréxica. Las fotos eran... bueno, yo siempre he sido un completo admirador de las mujeres, todo tipo de féminas me atraen (hablando físicamente, para mí, ninguna es fea), pero ver a esta chica, de verdad, me causó repulsión. Cada foto que pasaba era peor que la anterior, Michelle estaba completamente en los huesos; vi una en la que estaba de espaldas y usaba una camiseta de tiras, y se le notaba toda la columna vertebral y las escápulas, aparte de que llevaba una falda, y por ende también se le notaban las piernas delgadísimas. Me quedé un par de minutos pasando fotos, vi que gustaba de hacer cosplays e ir a convenciones de Animé, pero sinceramente, los trajes no la hacían ver más linda; de verdad fue desagradable verle esas ojeras, esa piel pálida y sus huesos. Creo que si ella quisiera disfrazarse de fantasma, no tendría que hacer más que ponerse ropa blanca, o no ponerse ropa (¡qué asco!) y salir a las calles. 

   Recordé que tenía una cuenta en ask.fm, la busqué, y di con una cuenta fake hecha en su honor. Allí había una respuesta en la que la persona que manejaba la cuenta explicaba un par de cosas: 


1) Michelle no tiene cuenta oficial ni en ask.fm, ni en Facebook.

2) Michelle solo tiene un blog en Tumblr y una cuenta en Instagram. Alessandra misma, en una publicación en Tumblr dijo esto, por lo tanto es cierto.

3) La supuesta cuenta de ask.fm de Michelle que yo leí hacía tiempo era falsa, al igual que el perfil de Facebook en el que vi todas esas fotos. 


   Decidí entrar a su Tumblr y también buscar su Instagram. En el primero no encontré tantas fotos de ella como esperaba, pocas fueron, en realidad. Sin embargo habían videos, los cuales no quise ni mirar. Su foto de perfil en Tumblr de verdad me perturbó un poquito: era ella tapándose la boca con una mano, usando una camiseta de tiras la cual le quedaba grande (era de esperar), y su mirada hacia la cámara. En su Instagram las fotos que encontré de ella no eran tan desagradables para mi gusto, las podía ver e intentar sacar mejores conclusiones. Descubrí que fuma (ya de por si enferma, y además fuma), vi fotos de ella con el cigarro en la boca, y eso me puso a pensar y reafirmar por milésima vez que la raza humana tiene defectos tan malos como virtudes tan buenas. Toda la ropa con la que la he visto le queda grande, aunque fuera talla pequeña, seguramente le queda grande. Me fui del Instagram y del Tumblr, sin seguirla, de paso (malote que soy), regresé a la cuenta falsa de Facebook para admirar, con distintas caras y expresiones, algunos de los comentarios que le dejaban en sus fotos. Mujeres y hombres, pero sobre todo mujeres, le lanzaban lindos comentarios diciendo que era hermosa, bella, linda (y demás sinónimos) y encima perfecta. Si, has leído bien, 
P-E-R-F-E-C-T-A, o sea, no amigos míos, esto ya empezaba a ser el colmo. Mujeres adolescentes que le ponían comentarios diciendo que querían ser como ella, que era la perfección, una modelo a seguir, que estaba hermosa aunque pareciera una muerta viviente con un 80% de los huesos visibles. Me tomé la molestia de entrar a un par de perfiles de las chicas que le ponían esto, y la verdad no me sorprendió que fueran simples adolescentes cuya visión y concepto de la belleza física estuviera limitado al simple hecho de verse delgada, muchas mujeres así las hay en el planeta. Michelle es uno de los casos más graves y extremos que he visto hasta ahora, por eso me ha impactado tanto que hasta escribo sobre ella. ¡Ah claro! cabe mencionar que entre los comentarios de casi todas las fotos también hay personas que le piden que se cuide, que se alimente, que busque ayuda; y personas que hacen humor dizque negro, comentarios a veces chistosos sí, pero en otras solo llaman la atención de los "fans" de Michelle, quienes agreden verbalmente a estas personas, no sin antes llenarlas de likes en sus comentarios algo hirientes. Hay algunas fotos de ella que de verdad me dejaron sin habla, y las admiré más de lo que debía, esta muchacha de verdad necesita ayuda, su enfermedad la está consumiendo a pasos agigantados, aunque se vea feliz y perfectamente ignore su condición en las fotos. Insisto, los cosplays podrán quedarle bien, pero solo aumentan su belleza física un 5%, ¿pero quieren saber algo más impactante? encontré algunas fotos de ella cuando era una niña, y me perdonarán la expresión, pero yo me hubiera metido a Cura solo para violarla. Era una nena muy, muy linda. Incluso encontré una de ella cuando tenía más edad, pero sin haber caído en la Anorexia aún, y la verdad era preciosa (para mis ojos, recuerden que yo apruebo y gusto de todo tipo de mujeres). Claro, al venir de un perfil falso, puede que las fotos no sean reales, pero sin duda esa era Michelle, ¿de dónde habían sacado tantas? no tengo idea, y no quiero averiguarlo, sinceramente. De todo lo que vi, hubo una imagen que me puso algo triste, y me hizo preocupar por su estado: era ella con una tiara de Princesa, vestida con una camisa del grupo One Direction, posando con las manos en la cintura y la boca abierta. Al verla por un momento, sentí pena de verdad, no asco, pena... esa chica podría ser mi hermana menor dentro de unos años, o cualquier mujer que yo conozca y tenga mi edad. 

   El título de esta entrada refleja que esto debería ser una opinión personal, pero hasta ahora solo he explicado lo que he visto y sabido de ella, sin siquiera haberle hablado alguna vez, por eso creo que soy un poco injusto al escribir esto, pero mi opinión es mi opinión, y acá les va:


   Michelle sufre, no hay que dudarlo, detrás de todas esas fotos y esa "aceptación" que hay por parte de un público de Internet, cada día para ella debe ser un infierno. Si hay mujeres y hasta hombres en el planeta que quieren buscar la "perfección" teniendo como concepto de la misma algo implantado por la muy dañada y errónea sociedad en la que vivimos hoy. Michelle es de esas personas que han conseguido llevarlo al extremo, que han conseguido esa supuesta perfección. Ella odia su cuerpo, su nariz, su boca, sus orejas, sus piernas, sus brazos, todo. Ella se odia a si misma (y esto no es solo algo que se intuye, hay pruebas que tú mismo o tu misma puedes buscar), y yo creo que en vez de decirle que se ve hermosa tal cual está (porque solo alguien enfermo le dice a otro enfermo que está bien), habría que llenarla de mensajes de apoyo, enviarle videos de auto ayuda, páginas de Internet, pedirle que deje de hacerse daño, entre otras cosas. Si esas 12000 personas que nada más en un perfil falso están agrupadas esperando a que se suba una foto nueva, ayudaran a que ella cambie su manera de pensar, pues vaya, se demostraría de nuevo que el poder de la palabra siempre va a ganar. Yo no sigo a Michelle en ninguna de sus redes, tanto falsas como auténticas, pero si pudiera tener una conversación con ella, aunque sea por Internet, con gusto le contaría mi historia y cómo he sobrevivido a ciertas cosas, cómo he dejado de hacerme daño o me alejé de malos hábitos, pues una guerra no se gana solo o sola, se necesita de buenos guerreros a tu lado. No la conozco, en lo absoluto, pero quisiera saber su historia, y las razones por las que hace lo que hace, y si está en mi poder, intentar ayudarla. Espero que las personas que lean esto no reaccionen de mala manera, tú puedes ser un fiel seguidor de Michelle y tener una opinión distinta a la mía, pero indistintamente, hay que reconocer un hecho: ella está enferma y necesita ayuda. Y también espero no levantar polémica, solo soy una persona que aunque la policía anti disturbios la esté amenazando de muerte, va a dar su opinión para llegue a oídos de un Rey o de un simple vagabundo. Gracias por llegar hasta acá, les deseo una feliz y sana vida.



- El misántropo autor.