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sábado, 15 de febrero de 2014

Grito de auxilio: Venezuela está despierta


   Esta entrada no está hecha con la intención de informar a los lectores acerca de la situación actual de mi país (si, ya no es secreto, soy de Venezuela), está hecha como un mensaje de apoyo, un suspiro, un granito de arena que hoy decido soltar sobre la gran playa conformada por otros tantos miles y, quizá, millones de granitos soltados por otras personas. 

   Durante los últimos días me ha tocado hacerle oídos sordos a las noticias, ya sé lo que ha estado ocurriendo por acá. Desde el 12 de febrero de este 2014 las protestas estudiantiles han estado descontroladas y han cobrado un buen número de heridos en todo el país. El epicentro de todo esto ha sido Caracas, la capital. Sinceramente no me he sentado a escuchar las noticias, tampoco he investigado en Internet. Solo he leído tantos mensajes de apoyo al país como horas tiene una semana, y faltaría más. Las redes sociales están plagadas. En Twitter hay tendencias, en Instagram hay etiquetas relacionadas con Venezuela con miles de fotos ya. Cosas como #PrayForVenezuela y #SOSVenezuela han pasado por mi vista y se han quedado en mi subconsciente. Mensajes de famosos en la red social ask.fm, fotos en páginas de Facebook, cientos de tuits en pocos minutos; la gente está eufórica, tanto los luchadores como los refuerzos extranjeros. ¿Por qué he decidido esperar hasta ahora para salir a hablar? Mirad, yo soy un hueso duro de roer. Hay pocas cosas que de verdad me llegan y por las cuales no puedo reservarme el derecho de opinar, tengo que sacarlo y dar a conocer mi palabra, y como yo me considero un luchador más en esta tierra, no pude quedarme más tiempo de brazos cruzados, viendo como en las calles matan o hieren estudiantes que, pacíficamente, se manifiestan contra el gobierno que les está acortando el futuro. Si yo pudiera, les juro, saldría también a protestar. La situación actual del país donde nací, y el cual amo, es una de esas cosas que meritan algo más que una entrada, algo más que una foto, algo más que un tuit, algo más que las cyber protestas como tal. Hacen falta millones de voces para cambiar a un país, y mientras más personas cuyas cuerdas vocales no hayan sido criadas en Venezuela ayuden, mucho mejor. La ayuda extranjera de países como la Argentina ha llegado en masa a través de las redes sociales. Escribo esto después de ver un video que me impactó, y posteriormente recordar las imágenes que llevo reteniendo días atrás. Masas enteras reunidas en las calles, marchando; los oficiales de policía disparando, usando la violencia, o simplemente viéndolos pasar. Los compatriotas venezolanos que tengo agregados en Whats app están activos en este sentido, la gente se ha estado moviendo, y no es para menos. Veo estados además. ¿Qué sucedía en el video que me impactó? Se observaba como una cantidad de personas marchaban y luego corrían violentamente, regresando y perdiéndose en la calle, aterradas por los disparos de la policía que arremetía, disparos que lograron impactar en un estudiante universitario que respondía al nombre de Alejandro Bassil Dacosta (si lo deseas, el video lo puedes ver aquí). El joven cayó de inmediato al suelo, boca abajo, para luego ser ayudado y llevado lejos por un par de personas, y aunque la cámara esté apuntando de lejos, puedo apostar que los sollozos que salieron de las personas cercanas y la cantidad de sangre que de Alejandro brotó, fueron dos cosas angustiosas y de verdad lamentables. ¿Saben lo que más me molesta y ultimadamente me hiere? que el estudiante se llamaba Alejandro, es decir, un protector de la raza humana. ¡Qué asco!, ¿no? 

   Espero que los lectores estén mucho más informados de esto que yo, o que se animen a buscar sobre el tema. Pues como ya dije, este será un mensaje de apoyo para mi pueblo, cuya ayuda puede venir hasta de Polonia, y siempre será bien recibida:


"Venezuela, tu me has visto nacer y crecer; y aunque soy demasiado joven aún, todo lo que sé lo he aprendido aquí, bajo tu manto. Venezuela, hace mucho no me agradaste, no sentía ese espíritu y esa calidez de pertenecer a ti. Me preguntaba por qué me habrá tocado precisamente a mi nacer aquí, y hace no mucho, pude entender por qué. Venezuela, acá está toda mi familia, toda la que yo conozco; esa familia que me sentó las bases que me permiten ser lo que hoy soy, que me hacen pensar como pienso y que me caracterizan, porque estoy casi seguro de que no sería lo mismo si hubiera nacido en algún otro país y hubiera sido criado en otra cultura. Venezuela, aún no te he explorado completamente y mis ganas de explorar tierras ajenas son cada vez mayores, creo que en el fondo eso está mal, y me disculpo contigo si eso te hace sentir menos que otras naciones, pero la verdad es que no es así, porque aunque viaje hasta el fin del mundo, nunca habrá mejor lugar como el hogar, y mi hogar eres tú. Venezuela, de verdad no me gusta ver como cada día tu destino es escrito y limitado por unas cuantas personas a las cuales también viste nacer y crecer, diste mucho de ti y así es como te han pagado. Mírate, estás cerca de la ruina, cada día me molesto más, me entristezco silenciosamente al saber que por culpa de unos cuantos seres humanos ambiciosos, mis hijos no nacerán en la Venezuela que yo me esforzaré en construir para ellos; Porque aún cuando todo parece estar perdido, siempre hay personas que sirven como luz de pequeñas velas e iluminan esperanzadamente el camino. Venezuela, voy a pelear por ti como nunca lo hice, como nunca me atreví ya sea por miedo, por flojera, o por creer que no valdría la pena. Pero si lo vale, ya he visto como se mueve la gente que te quiere; esas personas que están allá afuera recibiendo balas, golpes, arriesgando sus vidas... son las que realmente te aman, y me incluyo. No quisiera ver otro hermano caer, menos aún si el que lo tumba es alguien quien juró protegerlo. Venezuela, hoy no será, y quizá mañana tampoco, pero pronto tu pesadilla acabará. Ya que estás despierta, no te vuelvas a dormir".

   Ese ha sido mi mensaje y mis deseos de corazón para este hermoso país, a ninguna persona le gustaría ver a su país envuelto en esta clase de crisis. Ni siquiera las naciones que ya están prácticamente en guerra, estoy seguro de que sus habitantes harían lo que fueran para mantener la paz. Pero la ambición, las ganas de tener poder y tener más que otros siempre serán un problema; esa es la principal causa de esta lucha que lleva ya casi 15 años azotando al país. Desde 1999 hasta nuestros días, se han registrado más de 200 mil homicidios, y si, lo has leído bien: 200 mil homicidios. ¿Te parece poco, amigo o amiga extranjero o extranjera? ¿cuántos homicidios se han registrado en tu país? ¡Ah! Porque no hay que olvidar la cantidad de muertos que no son contados; pero no vamos a sumarlos, ya es una cantidad barbarica la que tenemos oficialmente. No diré más nada sobre este asunto (quizá), solo espero que a mis lectores les llegue este mensaje, y que sobre todo lo lean compatriotas venezolanos. Los quiero muchísimo, cuídense siempre, no importa de donde sean, y luchen, siempre luchen. Cambio y fuera.


- El misántropo autor.
Dedicado a Simón Bolívar, quien jamás hubiera querido ver a Venezuela así.






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