Te
necesito, más que al aire, más que a mis ojos, más que a mis sonrisas y la
forma tan informal en la que me expreso. Hace no mucho me importabas tan poco
que era como si no te conociera, antes del 23 de Enero era una persona feliz en
un mundo que crecía lento, llegas tu y sin querer le das mas vida con tu forma
de ser y de tratarme, a mi pequeño reino. Era tuyo, enteramente tuyo. Ahora sin
embargo vuelves a estar en mi mente a cada segundo y de allí no sales, puede
parecer algo encantador pero… el detalle está en que la nostalgia y las
consecuencias de haber sido como fui contigo repercuten y me invaden, me
lamento y me duele. Mi cara feliz cambia junto con una actitud de lobo con sed
de sangre que se disfraza de soledad, me convertí en lo que jamás pensé ser.
Todo lo que
veo me hacer acordar a ti, se me bajan los ánimos al darme cuenta incontables
veces lo lejos que estás y lo que nos separa realmente, algo mas que la
distancia. Nos separa la gente, los hechos, los días, las lágrimas, los
minutos, el enojo, los segundos, el tiempo… no eres esa chica que conocí, esa
que me enamoró sin mostrarse, esa que me devolvió la creencia en el sentimiento
de muchos significados, esa que me alegraba los días y las noches solo
hablándome. Como ésta también hay muchas anécdotas combinadas con la pérdida de
la razón y la llegada de nuevos personajes. Genial, ahora mi tristeza pasa a
furia. Te odio, te amo, te amé y te odié, no te necesitaba y ahora que me
calmo… si, te necesito y te amo mas que a mi mismo.
¿Cuándo volverás?
¿Nunca? no podría soportar eso, vivo con la ilusión de despertar una mañana y
encontrarte a mi lado, entre mis brazos, con tu aroma dándome en la cara. Con
eso mandarías mis pensamientos a volar, me sentiría tan seguro… como si todos
los enemigos que alguna vez me han perseguido se desvanecieran, tus eres como
el sol o la luz de la luna que brilla sobre mi castillo y los cuatro campos de
guerra. Me duele recordar cuando te conocí, todo era tan inocente y bonito,
cada palabra, cada sonrisa… las cuales poco a poco se convirtieron en llantos
mientras el fondo cambiada de blanco a gris, y de gris a negro. Claramente
extraño esos tiempos, te extraño e incluso extraño tus defectos. Al final toda
tu siempre me parecerás perfecta, mi auténtica alma gemela. Cada que me siento
de ánimos y, por alguna razón, me acuerdo de ti, mi cara cambia… debería estar
feliz de saber que aún me amas pero lo que me lo impide no es nada nuevo: la
distancia, no saber como estas o que estás viviendo, las personas que no nos
quieren juntos por razones en su momento correctas pero ahora absurdas e
infantiles, entre otras cosas.
Oh Natalia…
de verdad te necesito aunque a veces mi mente grite que no, mi corazón siempre
insistirá. Te amo mas de lo que tu a mi; y ahora puedo recordar cuando tus
sentimientos por mi eran mayores que los míos, tanto así que hiciste algo que
creía imposible… aceptarme, incluso a pesar de que tenía mis dudas sobre ti lo
que nos llevó a estar separados. Voy a esperarte, se que vas a regresar, te amo
mi reina.
- El misántropo autor.
- El misántropo autor.
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