Acepta, con el ceño fruncido,
Que eres un punto.
Un punto y aparte,
Verduga de una oración,
Dueña de un párrafo.
Un punto que sentencia,
En un lugar especial,
Limitado a conquistas,
De los ancestros guerreros.
Un punto que espanta,
Tiene rostro; habla, vive,
Tiene historia,
Una historia dictada por mí.
Una parte pequeña,
De mis vastos dominios,
De mi colosal creación.
Te responsabilizas; haces,
Nos haces, nos dominas,
Nos destruyes; te alejas.
Gradualmente, el manto cae,
Y así… así te das cuenta,
Que luchas para mí.
Acepta, sin miedo al encierro,
Que eres un punto.
— El misántropo autor
14/08/15
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