Change the language

jueves, 26 de septiembre de 2013

Un tributo para una ángel


   No puedo creer que esto vaya a ser un adiós, no quiero despedirme, y es porque no es un "hasta luego", es un verdadero adiós. Recuerdo que cuando te conocí había regresado de una convención de Animé en mi ciudad, ya era de noche y yo sufría por la reciente pérdida amorosa de la que alguna vez fue mi reina. Cuando revisé mis preguntas en ask.fm estaba una escrita en anónimo, era una anónima mujer. No pensé que un anónimo pudiera servir para algo mas que molestar o creer que sabe más de tu vida que tu mism@, pero esta jovencita me regalaba un mensaje de apoyo sin siquiera conocerme, algo como una buena acción sin esperar nada a cambio (esto me llamó fuertemente la atención). A base de eso, y desde esa noche, han sucedido cosas (como siempre, para bien y para mal) y tu has estado allí conmigo, Lorena. Mi agradecimiento hacia ti es enorme, ni dos semanas llevaba conociéndote y ya me habías enseñado la lección más importante que de ti he aprendido: siempre debo luchar. Tu corazón bondadoso te llena de buenos pensamientos, los cuales son expresados como buenas acciones, un trato amable hacia cualquier persona, una linda sonrisa que siempre te ilumina e ilumina a la gente que la ve, una linda forma de dar compañía y hacer sentir seguridad, unas muy buenas intenciones (siempre honestas). Te he visto poner a cualquier persona que conoces por encima de tus propias necesidades, eso dice bastante de ti y comprueba una teoría que empecé a formular poco después de conocerte. Tu eres una ángel, una de alas doradas. ¿Caíste a la tierra? no, no lo creo, los ángeles caídos son los desterrados del reino, aquellos cuyas malas acciones o ideologías mortales han sido exterminadas o rechazadas solo por el bien. A ti te han enviado de ese maravilloso lugar con una misión, un objetivo: dejarle una enseñanza a cada persona con la que te cruces, entre ellos, yo.

   Cuando un ángel cae a la tierra o es enviado por los superiores, se le despoja de su memoria, no puede recordar todo lo vivido antes de conocer su destino. Sus alas quedan ocultas entre la piel humana que se le es entregada. Su aureola se oxida y es retenida hasta que su corazón (dorado o negro) renazca al momento de su retorno. Sus ojos dejan de ser tan claros o tan oscuros como antes lo fueron, y se le implanta una mentalidad adecuada a la de la época por la que le mundo esté pasando. Bien, no se con certeza lo que deba hacer un ángel de alas negras protector o destructor para regresar al reino, pero tu caso es claramente distinto. Hasta donde se, a los ángeles de alas doradas se les deja la mentalidad e ideas que poseyeron en su antigua vida, mas, por desgracia, no los recuerdos. A estos seres alados se les recuerda de manera constante e implícita su misión, y posiblemente (hablo por mi) la gente que convive con ellos solo se dan cuenta de dicha tarea cuando están por irse, un poco triste. Yo he podido darme cuenta ya. No nos conocimos ni siquiera durante un año, pero este tiempo me ha bastado para aprender de ti varias cosas valiosas, puedo decir, con mis palabras que poco valor tienen en el reino, que tu misión la has cumplido con cierto aire de honor. Ojalá hubieras durado más tiempo aquí, me encantaría haberte visto crecer y madurar, ser una adulta contemporánea conmigo, ir a tu boda, ver a tus hijos, y echar una mirada a este pasado en el que éramos adolescentes y nos conocimos estando lejos. El destino no ha querido unirnos, pero el destino es hijo del Universo, y el Universo siempre es sabio. Recuerda eso. Si te vas es por una buena razón, irás a un lugar mejor por supuesto, pronto nos volveremos a ver y que de eso no te quepan dudas pues llegará un momento en que descubriré lo que tengo que hacer en este mundo, cumpliré mi(s) objetivos y podré marcharme a tu lado, podré volver a ver esa sonrisa, podré volver a abrazarte, podremos volar juntos. 

   Siempre me enorgulleceré de haberte conocido por mera casualidad u obra del imponente destino, quizá y muy seguramente gracias a ti es que yo tenga una nueva visión de mi futuro, un nuevo camino se forma para que yo lo recorra recordando cada palabra que me has dicho, cada buen momento o cada muestra de cariño. Claro que has servido de mucho, me has servido de mucho y eso nunca dejará de ser así. Te amo, hermana. 22/06/13 - ∞


- El misántropo autor.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario